Con más de 133 mil personas con derechos ejidales en Yucatán, sólo 13 por ciento de las tierras pertenecen a mujeres, en comparación con el 87 por ciento que son de hombres, dijo Dalia Piña Alberto, encargada de despacho de la delegación Yucatán del Registro Agrario Nacional (RAN).
A nivel nacional, 73 por ciento de las tierras ejidales pertenecen a hombres y 27 por ciento a mujeres, ya sea como ejidatarias, posesionarias o avecindadas.
Hasta el 28 de febrero de 2022, había 5.3 millones de personas con derechos agrarios, 1.4 eran mujeres y 3.9 varones.
“En Yucatán tenemos una tasa por debajo de la nacional. Para nosotros como institución representa una gran área de oportunidad. Vamos por ese 14 por ciento de diferencia con la tasa nacional”.
Piña Alberto reconoció que la gran mayoría de las mujeres que tienen a su nombre alguna tierra ejidal es porque son viudas o, en su caso, hijas de ejidatarios a quienes les han cedido los derechos.
“Todavía existe en la mentalidad del colectivo decir ‘bueno, es que es para los hombres’”.
La funcionaria indicó que es importante ofrecer acompañamiento a las mujeres, incluyendo el conocimiento pleno de sus derechos.
A nivel nacional, durante 2020 se otorgaron 19 mil 853 títulos ejidales a mujeres; para el siguiente año el número creció a 25 mil 198 beneficiarias, a quienes se les entregó más de 30 mil documentos.
A pesar de que poco a poco aumenta su participación en el campo y en la producción agraria, sólo 25.2 por ciento cuenta con derechos ejidales.
Al respecto, el RAN instituyó la Jornada de Atención a la Mujer Agrarista, que se lleva a cabo todos los martes segundos de cada mes, teniendo como objetivo atender a mujeres, autoridades agrarias de ejidos o comunidades.
Tren Maya revitalizó reclamo de derecho
Aquellos ejidatarios que tienen su tierra en uno de los 51 ejidos que atravesará el Tren Maya en Yucatán, se interesaron en tener sus papeles al corriente.
“Personas que no habían tramitado su sucesión de derechos se han acercado, lo que ha significado un aumento en los trámites”.
En general, los ejidatarios se preocuparon por tener la titularidad de sus tierras para poder votar en las asambleas ejidales en torno al Tren Maya.
Con información de La Jornada