El aroma que desprende la mariguana en floración impregna un jardín con palmeras que se derriten bajo el sol. Su fragancia se distingue de otras flores, como la lavanda, el romero o el lírio. En las macetas la planta produce un olor cítrico, como de naranja recién rallada o de un limón exprimido. Sus cogollos son densos, con una gran cola central cubierta de tricomas brillantes.
Israel Mundo, de 29 años, acaricia con sus dedos un cogollo pegajoso. Hace pocos meses acondicionó el jardín La Ceiba para recibir a los curiosos y explicar el desarrollo de la planta, pues se convirtió en una referencia a partir de la firma del Plan Tetecala en noviembre de 2021.
“A un año de que empezó el movimiento cannábico, poco a poco el pueblo comienza a acercarse. Es difícil, hay muchas personas que tienen el tabú de que la mariguana es dañina. Cada vez hay más interés por saber cómo se cultiva”, relata Mundo delante de unas pequeñas plántulas que apenas germinaron.
–¿La inseguridad representa algún riesgo para las personas interesadas en cultivar cannabis?
–No, ese era el miedo al principio. Se ha vivido una ola de violencia, el pueblo salió muy lastimado, no sabías si en algún momento se iban a enfrentar y te tocaba allí. Eso bajó hace dos años, pero la pandemia complicó la situación; sin embargo, las personas con cultivos grandes perdieron el miedo, incluso yo tengo mi pequeño cultivo.
En agosto de 2021 la Asociación Civil de Pueblos Unidos del Sur de Morelos, solicitó a la Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitaros del Estado permisos para sembrar mariguana de manera legal. Después de una serie de actos públicos, el 30 de septiembre le entregaron el Plan Tetecala de manera personal al presidente Andrés Manuel López Obrador durante una visita a Jojutla, Morelos.
El Plan Tetecala –al cual ya se adhirieron más de 200 personas de 10 estados– es una reivindicación del Plan de Ayala, redactado por Emiliano Zapata en 1911, pero centrado en el proceso de regulación nacional de la mariguana.
El documento plantea que “el Legislativo y el Ejecutivo han traicionado el movimiento de revolución campesina, al mantener en rezago y sin emitir leyes que los beneficien o que al menos impulsen la producción y el crecimiento del campo en todos sus rubros, pero en el cultivo de mariguana y amapola especialmente, existe un síntoma que mantiene privados de su libertad a agricultores, que el cultivo de estas plantas apenas y les permite sobrevivir, esto, consecuencia de una visión prohibicionista que sólo ha traído muerte y vejaciones a los sectores más vulnerables del país y del mundo”.
Un plan para todos
El Plan Tetecala explica que en el campo prevalece “el temor de la prohibición y del crimen organizado que restringe el derecho de cultivo de las tierras por sus dueños, impidiendo el desarrollo del lema revolucionario de ‘Tierra y Libertad’, quedando pendiente la libertad de cultivo”.
