Organizaciones civiles y ecologistas han presionado con denuncias ambientales al gobierno de Andrés Manuel López Obrador para que tenga el seguimiento de una agenda más verde. Por lo que la administración federal llamó a los menonitas en la Península de Yucatán a cambiar métodos más sostenibles; sin embargo, a la fecha no se ha conseguido detener la deforestación.
De acuerdo con la organización sin fines de lucro que monitoriza la deforestación, Global Forest Watch, en junio de 2019, más de mil hectáreas habían sido destruidas a causa de los menonitas, en la comunidad de San Fernando, El Bajío y El Paraíso, municipio de Bacalar, Quintana Roo, hasta entonces no ha recibido alguna sanción.
Por otra parte, en el estado de Campeche, donde se asentaron los menonitas en la década de 1980, desde entonces se perdieron 8,000 kilómetros cuadrados de bosque, casi una quinta parte de la cubierta arbórea del estado, siendo el 2020 el año que cuenta con el peor registro, detalla Global Forest Watch.
Además, se encontró que las propiedades de los menonitas en Campeche tenían tasas de deforestación cuatro veces más altas que las propiedades de los que no lo eran.
La deforestación en Campeche es provocada por la técnica de agricultura que emplean los menonitas, ya que está basada en el cultivo de transgénicos y en el uso de agrotóxicos, aunado a sus sistemas de producción de carbón y situaciones irregulares de compra-venta de tierras en perjuicio de la salud de los ecosistemas y comunidades.
Acuerdos
La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) destacó que Campeche es una entidad eminentemente forestal, pues posee una extensión territorial de 5 millones 759 mil hectáreas: 4.4 millones están cubiertas por ecosistemas tropicales forestales, incluidas 196 mil de manglares, equivalentes al 25% de los manglares de México.
Para proteger esos recursos, atender temas ambientales y productivos, se instaló una mesa de trabajo permanente entre autoridades federales y comunidades menonitas.
Los acuerdos se firmaron con representantes de las comunidades menonitas de Santa Fe, Santa Rosa, Chavi, Nuevo Progreso, Trinidad, Nuevo Durango, Yalnón, Temporal y Valle Nuevo.
Supuestamente, los menonitas se comprometieron a detener todas las actividades que impliquen la deforestación de zonas de la selva maya, y a participar con los tres niveles de gobierno en el ordenamiento ecológico del territorio.
Líderes se justifican
El líder Dyck Thiessen y un abogado que representa a algunas comunidades y agricultores justificaron a los menonitas, al señalar que adoptan un enfoque pacifista en los conflictos, se sintieron atacados y chivos expiatorios por los esfuerzos del Gobierno.
Menonitas en Campeche reclamaron que funcionarios de la Secretaría de Medio Ambiente federal amenazaron con llevar militares a la zona para evitar la deforestación si las comunidades no cambiaban sus costumbres. Sin embargo, Carlos Tucuch, jefe de la oficina de Campeche de la Comisión Nacional Forestal de México (Conafor), declaró que el Gobierno sólo buscaba un diálogo para evitar la deforestación.
Datos de Global Forest Watch indican que hubo una baja en la deforestación en Campeche en 2021, pero explicaron que podría deberse a la falta de tierra restante adecuada para la agricultura y los programas de incentivos del Gobierno, como un esquema nacional popular entre los agricultores mayas que los recompensa por plantar árboles.
A la fecha, se siguen buscando alternativas para proteger al medio ambiente; en ese contexto, los líderes menonitas buscan una propuesta gubernamental que no reduzca drásticamente su producción. Por otra parte, el plan de la administración federal para eliminar gradualmente el glifosato para 2024 es la mayor preocupación para muchos menonitas.
Por Lisseth Castro Alanis
