En los callejones de la memoria, se yergue la figura de Miriam Nohemí Ríos Ríos, una mujer trans de 38 años que tejía los hilos de la transformación desde las sombras de la lucha y el activismo. En el pulso latente de la sociedad michoacana, Miriam emergió como la coordinadora del colectivo LGBTTyMás “Respeto e Igualdad de Género A.C.”, labrando su camino en la defensa ardiente de causas sociales.
La tarde de este jueves 11 de enero, el partido Movimiento Ciudadano informó a través de las redes sociales que la comisionada municipal Ríos Ríos fue asesinada en calles del municipio de Jacona, por lo que se urgió a impartir justicia, al tiempo de enviarse condolencias a la familia y amigos de la hoy occisa.
Antonio Carreño Sosa, el dirigente estatal de Movimiento Ciudadano en Michoacán, despliega el lienzo de la memoria de Miriam con trazos de admiración y dolor. Miriam, una musa transgresora, se adhirió al abrazo de Movimiento Ciudadano en el fragor del año 2020. Su voz resonó en las elecciones del 2021, donde se lanzó como candidata a regidora, tejiendo su compromiso con las causas justas.
No solo era una guerrera política, sino también una comerciante que, a través de su labor con la población, se erigía como faro de referencia social y político en su municipio. Su afiliación a Movimiento Ciudadano no era simplemente una etiqueta partidista, sino una expresión de su búsqueda constante por contribuir a proyectos que hicieran vibrar el corazón de la política de una manera diferente.
Carreño Sosa dibuja la silueta de Miriam como una mujer excepcional en todos los matices de su existencia. Aunque no ostentaba los tesoros económicos, su espíritu se desbordaba en la organización de reuniones y en la defensa de proyectos con la camiseta bien puesta, marcando su presencia en el escenario político de ciudadanas y ciudadanos comprometidos.
No solo se limitaba a las lides políticas, Miriam era una férrea defensora de las causas de la comunidad LGBTTYQ+, portando siempre un pensamiento positivo y una sonrisa que iluminaba las penumbras. La noticia de su asesinato, según Carreño Sosa, se inserta como un eslabón atroz en las oscuras estadísticas de violencia que asolan el estado, especialmente en la intrincada zona Metropolitana de Zamora-Jacona.
A pesar de su vitalidad y compromiso, el dirigente estatal aclara que no tienen conocimiento de amenazas dirigidas a la activista. Miriam, en su última aparición acompañando el registro del precandidato a la presidencia municipal de Jacona, no compartió señales de preocupación por su seguridad. La pérdida de esta activista resuena como una llamada a la reflexión sobre la fragilidad de la seguridad en una sociedad que aún busca reconciliar sus diferencias.