En la nueva administración de Pemex parece que algunos decidieron olvidar o ignorar lecciones del pasado. El ingeniero Néstor Martínez, director de Pemex Exploración y Producción, está recibiendo consejos y asesoría de un exfuncionario clave del gobierno de Enrique Peña Nieto, principal artífice de la polémica y neoliberal Reforma Energética de 2013.
Se trata de Gustavo Hernández García , quien, en aquellos tiempos, desmanteló Pemex desde las oficinas de PEP en nombre de la “Reforma Energética”, en colusión con el exdirector de la petrolera y hoy delincuente confeso, Emilio Lozoya.
Hernández García se perfila como una “figura de confianza” en la transformación energética nacionalista que impulsa la 4T. Es cierto que el ingeniero Martínez tiene una responsabilidad inmensa, y la tarea no es sencilla. Pero asociarse con Gustavo Hernández, quien fue pieza clave en la privatización de Pemex, no es la mejor estrategia.
Y ahora, años después, regresa para “rescatar” la soberanía energética de México. Sería una mala broma si no fuera una turbia anécdota. Si esta administración busca una transformación energética nacionalista ¿Por qué invitar a la mesa a quienes promovieron la privatización y entrega de las reservas nacionales?
La situación operativa y financiera actual de PEMEX poco ayuda. En el tercer trimestre, la producción de Pemex alcanzó niveles alarmantes. Las cifras muestran una caída que, sin sorpresa, está ligada a los adeudos millonarios de la petrolera con proveedores, que ascienden a 20,524 millones de dólares, según el reporte de resultados del tercer trimestre de 2024. Las deudas suman montos muy altos, y la producción de hidrocarburos líquidos se estanca mientras Pemex, asfixia a las empresas que, por falta de pago, ya no pueden operar con normalidad.
De acuerdo con expertos la producción de petróleo se precipitará y tardará varios trimestres en estabilizarse. Pemex reconoció esta declinación en su último reporte a los mercados, indicando que la producción cayó 6.25% o 107 mil barriles diarios, alcanzando un promedio de 1.76 millones de barriles diarios, cifra por debajo de la meta de autosuficiencia energética que se trazó la presidenta Claudia Sheinbaum.
Especialistas en petrofísica y yacimientos advierten que si la Secretaría de Energía y si Pemex no actúan rápido, esta caída se prolongará por falta de inversiones, pagos y actividades exploratorias y de restitución de reservas. De lo contrario, en próximos mesesMéxico empezará a importar petróleo crudo para abastecer las refinerías y satisfacer la demanda energética nacional, comprometiendo la soberanía nacional.
En el sector se sabe que la cercanía de Gustavo Hernández con Víctor Rodríguez esta siendo aprovechada para complicar el camino de contratistas de Pemex en favor de ciertos proveedores con los que tuvo relación durante su paso por PEP .
