Con la asunción de Layda Sansores como gobernadora de Morena en Campeche, la entidad ha experimentado un recrudecimiento de las disputas entre grupos del crimen organizado. Los motivos de este enfrentamiento abarcan el control del narcomenudeo, la extorsión, el secuestro, el ‘huachicol’ y la posesión de tierras para la construcción de aeródromos clandestinos.
Las cinco instituciones federales de seguridad, que incluyen a la Sedena, Semar, FGR, SSPC y CNI, han identificado a diversos grupos delictivos en pugna por este territorio. Entre ellos se encuentran los tradicionales Zetas Vieja Escuela-Sombra, Pura Gente Nueva-Zeta, Maras Salvatruchas-13, enfrentados al Cártel del Pacífico. Adicionalmente, se reporta la presencia menor de células del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Zetas escisión 35-Z y Beltrán Leyva.
Las investigaciones tácticas y de campo revelan que Campeche se ha convertido en una ruta para el trasiego de drogas hacia el Norte del país y la Península de Yucatán, con puntos críticos en los municipios de El Carmen y Xpujil. La orografía plana de estas regiones favorece la utilización de áreas idóneas como pistas clandestinas para el aterrizaje de aeronaves con cargas ilícitas provenientes de Centro y Sudamérica, aprovechando las áreas selváticas para su ocultamiento.
A pesar de que Campeche figura como la segunda entidad más segura de México, los principales delitos registrados son el narcomenudeo y el robo de hidrocarburos. Los grupos delictivos evitan conflictos directos entre ellos, optando por pactos entre lugartenientes para no atraer la atención de las autoridades, centrándose exclusivamente en sus actividades ilícitas.
La situación en Campeche ha experimentado un cambio significativo con la llegada de organizaciones del centro-occidente y pacífico de México, desafiando a las estructuras tradicionales que mantenían el control del territorio. Según el gobierno federal, la confrontación entre estos grupos busca mantener el dominio en el tráfico de drogas, el narcomenudeo, el secuestro y otros delitos de alto impacto en las principales ciudades del estado, como Ciudad del Carmen, Campeche, Candelaria y Champotón.